El cubano Raúl Gutiérrez Sánchez, recientemente detenido en Colombia por cargos de terrorismo, afirmó que había llegado a ese país para atentar contra la embajada de Cuba, el candidato presidencial Gustavo Petro y el Líder de las FARC Rodrigo Londoño “Timochenko”, así lo dijo en una entrevista exclusiva en W Radio.
Estas declaraciones se contradicen a su versión inicial en la cual decía que perpetraría un ataque suicida en nombre de Dios y del grupo Estado Islámico contra diplomáticos estadounidenses. Sin embargo ahora negó cualquier vínculo con el grupo terrorista y dijo que pertenecía a un grupo denominado Movimiento Justiciero 51 (MJ51), el cual dice es financiado por exiliados cubanos en Miami y por miembros de la extrema derecha colombiana.
Las contradicciones continuaron al decir que el no podía pertenecer a un movimiento islámico porque ni siquiera era musulmán, sin embargo, en la misma conversación señaló: “Yo tengo afiliaciones por la religión musulmana. Me gusta”. “No soy extremista islámico. Sí sigo la religión islámica. Sí iba a atentar contra personas. Me arrepiento de no haber cumplido mi misión. Hay que luchar por la ideología y estar dispuesto a morir por esa ideología”.
En la entrevista también le preguntaron algo que muchos supondrían, ¿podrías tener problemas psiquiátricos? A lo cual respondió: “Ojalá y los tuviera, para salir de esto, salir a la calle como loco. Soy un soldado. Respondo por los delitos que sean. No voy a entregar a nadie. No soy un sapo. Prefiero que me fusilen. A los que dicen que soy un loco, les pido que vayan a la Fiscalía en grupo y pidan mi liberación como loco, me harían un favor”.
Gutiérrez Sánchez también dijo que recibió armamento para sus planes terroristas por parte de varios grupos ilegales del país, entre ellos el Clan del Golfo y el insurgente ELN, y que fue enviado a Armenia donde realizó todas las operaciones de inteligencia para atentar contra Timochenko, líder de las FARC, y contra el candidato Gustavo Petro, aunque dijo que las tareas de inteligencia contra este último no pudo hacerlas. Sin embargo, dejó en claro que los atentados siguen en pie y que se arrepiento de no haber cumplido su misión.