Nuevas erupciones del volcán Kilauea en Hawaii obligan a miles de personas a huir de sus casas, después de que un terremoto de magnitud 6,9 sacudiera el archipiélago el pasado viernes.
No se reportaron heridos, pero 1700 personas residentes en la zona, fueron evacuadas, las cuales se albergan en centros comunitarios hasta que pase el peligro causado por Kilauea, uno de los volcanes más activos del mundo.
También fue ordenado el cierre del Parque Nacional de los Volcanes de Hawaii por los desprendimientos de rocas que provocaron el colapso de un acantilado costero al océano, por ello, 2,600 visitantes fueron evacuados. “Actualmente no es seguro estar aquí”, declaró en un comunicado, Cindy Orlando, superintendente del parque.

Las autoridades han ordenado la evacuación forzosa de las zonas afectadas por la peligrosa condición del aire, debido a los altos niveles de gases de dióxido de azufre.
Ige visitó dos refugios para evacuados y detalló que se había reunido con “muchas personas que están asustadas y profundamente preocupadas por perder todo“, pero agregó que los hawaianos se unirían para ayudar. “Esta es una comunidad resiliente“, describió.

En cuanto a las zonas que no han sido afectadas siguen su actividad normal, George Szigeti , presidente y director ejecutivo de la Autoridad Turística de Hawaii, ha señalado que “el área donde la lava está saliendo a la superficie está muy lejos de las áreas turísticas”, por lo que no afecta vuelos ni la actividad turística.